Si bien es cierto que a lo largo del tiempo que llevamos en nuestra página hemos incluido entradas con algunas recomendaciones de seguridad, no está de más que hagamos un pequeño recordatorio de las cuestiones más importantes a tener en cuenta:
Contraseñas
Admito que es un tema que parece archiconocido, pero es importante recordar que:
- La longitud mínima de cualquier contraseña no debe ser inferior a 8 caracteres. Ya sabes: cuanto más larga, más segura.
- Debemos construir cualquier contraseña mezclando caracteres alfabéticos (letras tanto mayúsculas como minúsculas), numéricos e, incluso, caracteres especiales como: @,+, ?.
- Utilizar una contraseña diferente según el uso. No debe utilizarse la misma para una cuenta de correo electrónico que para el acceso a una cuenta bancaria o una cuenta de Facebook. Para facilitar la administración de todas nuestras contraseñas, podemos utilizar cualquiera de los gestores que recogemos en este enlace.
- Debemos evitar contraseñas que contengan:
- Datos que sean fáciles de averiguar, como el nombre del usuario, cumpleaños, nombre de pareja, hijos y demás.
- Tampoco se debe crear una contraseña siguiendo un orden alfabético (abcde) o numérico (123456). Parece increíble, pero en 2018 siguen apareciendo estudios en los que se demuestra que se siguen utilizando.
- Aunque parezca obvio, debemos evitar escribir las contraseñas en papel y al alcance de los demás.
- No debemos compartir nuestras contraseñas por Internet (correo electrónico) ni por teléfono, sms o WhatsApp.
- Se debe desconfiar de cualquier correo electrónico en el que se solicite la contraseña o indique que se tiene que visitar una página web para comprobarla. Podemos encontrarnos, en este caso, con un supuesto de phishing o suplantación de identidad, es decir, nos envían un correo electrónico que tiene la apariencia de pertenecer, por ejemplo, a un banco muy conocido y, sin embargo, detrás de ese correo hay un hacker que quiere hacerse con nuestros datos y nuestro dinero.
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Activación del doble factor de autenticación
Seguro que habéis oído hablar de esto. Pero, ¿qué significa realmente? Cuando accedemos a redes sociales, como Facebook o Twitter, aparte de introducir la correspondiente contraseña, el servicio nos solicita además una clave que nos ha enviado previamente mediante un mensaje sms a nuestro teléfono móvil. Con ello se pretende confirmar que quien ha introducido la contraseña es realmente el titular legítimo del servicio. Por tanto, si lo activamos, nuestros datos estarán un poco más seguros.
WIFI pública
Cuando estamos en un hotel, o entramos en una cafetería, tenemos la tentación de fijarnos si tiene wifi “gratis”. Pues bien, siempre que podamos evitarlo, debemos evitar conectarnos a esa red. Y, en ningún caso, utilizarla para entrar a nuestro Banco o realizar cualquier compra por Internet.
Normalmente, todas conexiones no están cifradas, y cualquiera podría tener acceso a nuestros datos de una forma relativamente sencilla.
Cuidado con los dispositivos que conectemos a nuestro equipo
Afortunadamente, cada vez utilizamos las memorias usb, fundamentalmente por la mejora de los servicios en la “nube” (cloud). Sin embargo, si tenemos que conectar algún dispositivo a nuestro equipo, debemos estar seguros que es “de confianza”. De lo contrario, podríamos sufrir algún ataque mediante malware o ransomware.
Enlaces o archivos de descarga
Para evitar algún susto desagradable, debemos estar muy seguros que los enlaces en los que pinchamos para descargarnos cualquier archivo es seguro. En caso contrario, podríamos encontrarnos nuevamente con la posibilidad de que nuestro equipo se infecte con algún virus, malware o ransomware.
Por último, sentido común. Siempre que tengamos dudas, lo mejor es ser precavido. Más vale prevenir que curar.