¿Alguna vez te has planteado la posibilidad de no tener que recordar todas las contraseñas que utilizas en tu día a día? Una buena opción para ello es utilizar un gestor de contraseñas. Pero ¿son realmente seguros? Veamos cuales son sus pros y sus contras.
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Ventajas de la utilización de un gestor de contraseñas
Cada vez utilizamos más contraseñas para acceder a nuestras redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, etc.), a nuestro banco, correos electrónicos, etc. Por tanto, se hace más difícil recordarlas. En este sentido, la tendencia es crear contraseñas más sencillas y cortas, con el peligro que ello conlleva: que sean más vulnerables y, por tanto, más fáciles de averiguar.
En un primer momento, tenemos la tentación de utilizar el mismo usuario y la misma contraseña para todos los servicios a los que accedemos. Con ello simplificaremos todo. Sin embargo, los riesgos de que alguien acceda por nosotros se incrementan exponencialmente.
Otra opción sería anotarlas todas en una “libreta”. En alguna ocasión me he encontrado con personas que utilizan este método. Obviamente, es absolutamente desaconsejable, porque si cae en “malas manos”, estamos totalmente perdidos.
Sin embargo, las ventajas que tenemos utilizando un gestor de contraseñas son:
- Todas las contraseñas quedan almacenadas en una base de datos.
- Podremos acceder a ellas desde cualquier dispositivo, mediante el uso de una app.
- Sólo tendremos que recordar una única contraseña: la que nos permite el acceso al servicio de gestión de contraseñas.
- Las compañías que están detrás de los gestores de contraseñas se preocupan de cifrarlas con potentes algoritmos que hacen que sea muy difícil acceder a ellas. Esto significa que un hacker podría entrar en el servicio, pero lo tendrá bastante más complicado para “leer” lo que se guarda en la base de datos.
- Esto no supone que nosotros no debamos tener algunas precauciones. Al crear lo que se llama la “contraseña maestra”, es decir, aquella con la que accederemos a todas nuestras contraseñas, deberá ser lo más segura posible. No tendría sentido utilizar, por ejemplo, “12345”. Esta clave debe ser segura y no compartirse jamás con nadie.
- Además, muchos servicios ofrecen la “verificación en dos pasos” como medida de seguridad extra, y es algo que deberíamos activar siempre y cuando tengamos la posibilidad de hacerlo.
Algunos gestores interesantes
Entre las diversas alternativas que podemos encontrar en el mercado, tenemos:
1Password
Esta aplicación encripta todos nuestros datos utilizando el estándar AES-256, que es uno de los más potentes existentes en la actualidad.
Además, si tenemos en nuestro móvil o tableta lector de huellas (por ejemplo, Touch ID), no necesitaremos recordar la contraseña maestra.
Otra ventaja es que podremos tener acceso “offline”, es decir, que no será necesario almacenar nuestras contraseñas en la nube.
Tiene un coste de 2,99 $ por mes, si la suscripción es para una única persona, ó 4,99$ por mes para que la puedan utilizar hasta 5 personas. Ambas opciones permiten instalar a la vez la aplicación en Mac, Windows, IOS y Android.
Lastpass
Es otra buena alternativa. A diferencia de 1Password, tiene una versión gratuita, con limitaciones.
Para la versión premiun, tiene dos suscripciones:
2$ al mes, para un único usuario.
4$ al mes, que permite hasta 6 usuarios.
Enpass
Es la alternativa más económica de las tres opciones que proponemos. Ofrece una versión de escritorio, tanto para Windows, Mac o Linux, gratuita. Además, con un pago único de 9,99$, podemos también utilizarla en nuestro dispositivo IOS o Android:
Gratuita, para las versiones de escritorio.
9,99$ (pago único, sin suscripción), para la plataforma móvil de Apple (IOS).
9,99$ (pago único, sin suscripción), para la plataforma móvil de Google (Android).
Inconvenientes de la utilización de un gestor de contraseñas
Hay que tener en cuenta que estos servicios no son infalibles. Por tanto, el gran inconveniente que plantean estas soluciones es la seguridad. De hecho, Lastpass sufrió un ataque en 2015. Además, no debemos olvidar que tenemos que crear una contraseña “maestra” que sea robusta y difícil de adivinar. Seá la que nos permita acceder al servicio de gestión. Cuanto mejor sea, más difícil será que otra persona pueda acceder a nuestros datos.
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Conclusiones
A pesar de los riesgos de seguridad inherentes a cualquier gestor de contraseñas, creemos que es una magnífica alternativa para poder acceder de una manera sencilla y eficaz a todas nuestras contraseñas.