Los altavoces inteligentes y nuestra privacidad

Se aproximan las Navidades. Lo cierto es que los altavoces inteligentes voz están de moda. Recientemente han llegado a España los de Amazon, conocidos como echo, con su asistente virtual Alexa, uniéndose a los de Google con Google Assistant o a los de Apple, los Homepod, que utilizan Siri.

Altavoces inteligentes y privacidad

Qué son los altavoces inteligentes

Los altavoces inteligentes no sólo permiten escuchar nuestra música favorita, podcasts y audiolibros, sino que también nos permitirán controlar todos nuestros dispositivos domésticos inteligentes. Con ellos podremos dar instrucciones y controlar nuestros electrodomésticos conectados a enchufes inteligentes, apagar y encender luces con interruptores inteligentes, entre otras cosas.

En este sentido, la peculiaridad fundamental consiste en que el control lo realizaremos directamente con nuestra voz, a través de los diferentes asistentes personales que incorpore cada altavoz inteligente, dependiendo de su fabricante.

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Breve historia de los asistentes personales

Los asistentes personales que dan vida a los altavoces inteligentes tienen su origen en un proyecto de inteligencia militar artificial llamada CALO (Cognitive Assistant thar Learns and Organizes).

La primera herramienta que permitió ejecutar el reconocimiento digital de voz fue la IBM Shoebox, que fue presentada en público durante la Feria Mundial de Seattle de 1962. Esta máquina fue capaz de reconocer dieciséis palabras habladas y los dígitos del 0 al 9.Altavoces inteligentes y privacidadPosteriormente, en la década de los 70, se logró el siguiente hito en esta tecnología. La Universidad Carnegie Mellon, en Pittsbirgh, Pensilvania, con el apoyo del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y, en concreto, de su agencia DARPA, desarrolló una herramienta llamada Harpy, que fue capaz de dominar un millar de palabras, similar al vocabulario de un niño de tres años.

El primer asistente virtual instalado en un teléfono inteligente fue Siri. Éste fue presentado por Apple como una de las características estrellas del IPhone 4S el 4 de octubre de 2011.

La privacidad y los altavoces inteligentes

El hecho de poder pedirle a un altavoz inteligente que, por ejemplo, nos ponga una determinada canción, suena (nunca mejor dicho) muy bien. Sin embargo, el problema está en que tenemos la sensación de que estos productos están siempre escuchándonos, lo que podría amenazar la seguridad de nuestros datos y nuestra privacidad.

Todo esto ocurrió, por ejemplo, con aquella conversación privada que un Amazon Echo terminó compartiendo con un contacto aleatorio por error.

En cierta medida, es como si los asistentes de voz estuvieran siempre vigilándonos.

Altavoces inteligentes y privacidadCómo funcionan los altavoces inteligentes

Tanto los altavoces inteligentes, como el resto de productos que aprovechan las capacidades de los asistentes de voz, funcionan de una forma muy parecida: se activan a través de una palabra o frase  que los despierta (Hey Siri o OK Google).

Una vez que se ha activado el asistente de voz, comienza la transferencia de datos desde nuestro dispositivo a la nube (cloud).  Y ello sucede porque el procesamiento de los datos no tiene lugar en nuestro dispositivo, sino en un servidor remoto, que es el encargado de procesar toda esta información.

Y en este momento se plantean las siguientes preguntas: ¿Qué datos se transfieren realmente a esos servidores? ¿Qué hacen esas empresas con esos datos? ¿Podemos hacer algo nosotros al respecto?

La respuesta a estas preguntas va a depender de la compañía tecnológica que esté detrás de cada uno de esos dispositivos.

Asistente de Google

En primer lugar, hay que destacar que Google no graba todas nuestras conversaciones. En este sentido, lo que hace el asistente es escuchar pequeños fragmentos de nuestras conversaciones, para detectar si se ha pronunciado la frase de activación (OK Google). Si no es así, esos fragmentos se eliminan, sin llegar a enviarse a los servidores de Google.

Aparte, nos encontramos con tres grupos de datos:

  1. Los datos destinados a mejorar el rendimiento y la fiabilidad del dispositivo.
  2. Las estadísticas de uso, como, por ejemplo, el número de interacciones en el dispositivo y qué botones pulsamos en los asistentes.
  3. Los datos relativos al modelo del hardware y la versión de software que utilizamos.

Pues bien, Google los va a guardar en sus servidores de forma indefinida, salvo que nosotros los eliminemos manualmente.

Altavoces inteligentes y privacidadAlexa en Amazon

Este asistente de voz empieza a grabar una fracción de segundo del audio antes de que se pronuncie la palabra o frase de activación, o cuando pulsemos un botón que active físicamente el asistente. Entonces, en ese caso, el dispositivo emite esa grabación a los servidores de Amazon.

Cualquier usuario puede acceder a esas grabaciones a través de la aplicación de Alexa, o bien en la dirección web que ofrece Amazon. Desde allí podríamos borrar esas grabaciones.

Altavoces inteligentes y privacidad

Siri en Apple

Este asistente recolecta y utiliza información que tenemos en el móvil, como nuestro nombre o nuestros contactos.

Cuando hablamos a Siri (Oye Siri), esos comandos se envían a los servidores de Apple para su análisis. En este proceso, se asigna un número aleatorio con esa grabación, que asocia a nuestros ficheros de voz.

A diferencia de lo que sucede con Google o con Amazon, no podremos tener acceso a esas grabaciones.

Altavoces inteligentes y privacidad

Conclusiones

Al igual que ocurre con otros servicios que recolectan datos mientras navegamos por internet, esa ambición por recoger más y más información sobre los usuarios también se extiende a estos asistentes de voz.

Sin embargo, por fortuna, estamos en un momento en que las empresas tecnológicas se están viendo obligadas a mejorar de forma importante las herramientas que dan a los usuarios sobre los datos que recolectan de ellos, y eso no es una excepción para los asistentes de voz.

Es cierto que los asistentes escuchan, pero el usuario tiene el control, si quiere, eso sí.


¿Crees que los altavoces inteligentes son útiles? ¿Estás preocupado por tu privacidad al utilizarlos? ¿Es muy exagerado pensar que nuestros datos están en peligro?
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