Una de las opciones más comunes para tener guardados nuestros datos en la “nube” es contratar cualquiera de los servicios que tenemos a nuestra disposición actualmente: Dropbox, Google Drive, Icloud, etc., bien de modo gratuito, con numerosas limitaciones, o bien pagando una cuota mensual.
En nuestra entrada de hoy vamos a ver la posibilidad de montar nuestra propia “nube” en casa, y ello usando un servidor NAS. Además, podremos adicionalmente hacer cosas como montar nuestro propio servidor web, VPN´s (redes privadas virtuales) o incluso nuestro propio servicio de streaming con el contenido que tengamos en sus discos duros.
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Qué es un servidor NAS
Un servidor NAS (en inglés Network Attached Storage) es un dispositivo de almacenamiento conectado a la red. Una de sus funciones principales es hacer copias de seguridad de los archivos que le indiquemos en su configuración, tanto de nuestro ordenador personal como de cualquier dispositivo móvil.
Por tanto, una de sus funciones principales es la de actuar como una unidad de almacenamiento, haciendo las veces de disco duro externo o permitiéndonos crear nuestro propio almacenamiento en la nube.
Una de las diferencias fundamentales con las nubes de otras empresas es que los discos duros donde se almacena nuestra información están en nuestra propia casa teniendo, en consecuencia, el control total de los datos que almacenamos, al igual que de nuestra privacidad.
Otra característica de un servidor NAS es que se trata de un ordenador, con un sistema operativo propio, adaptado para que esté todo el día funcionando. Tiene, como cualquier pc su memoria RAM, su procesador y sus discos duros, que podremos añadir en sus ranuras, los cuales, dependiendo del fabricante, pueden o no venir incluidos al comprarlos.
Tipos de servidores NAS
Podemos encontrarnos con dos perfiles diferentes de usuarios:
- NAS qué estén enfocados a perfiles domésticos. En este caso, lo que prima es la facilidad de uso por encima de todo.
- NAS que estén enfocados a pequeñas y medianas empresas. En este caso, lo que prima es que tenga una buena cantidad de ranuras para discos duros y posibilidades de configuración para adaptarse mejor a sus necesidades concretas.
Cómo funciona un servidor NAS doméstico
Cuando hablamos de NAS domésticos, la configuración más habitual es enchufarlos a la toma de corriente más cercana y conectarlos directamente a nuestro router.
Una vez conectado, deberemos acceder a él utilizando nuestro navegador web (Chrome, Firefox, Safari, etc.). De esta manera podremos entrar para poder configurarlo de acuerdo con nuestras necesidades.
Qué podemos hacer con un servidor NAS
Entre las funciones fundamentales que podremos hacer con cualquier NAS se encuentran las siguientes:
- Unidad de Almacenamiento. Como hemos comentado antes, esta es una de sus características fundamentales. Podremos subir todos los archivos que queramos desde cualquiera de nuestros dispositivos. En este caso, funcionaría como cualquier disco externo que tengamos, con la diferencia que en este caso lo conectaremos utilizando nuestra propia red wifi y no a través de un cable tipo USB.
- Creación de nuestra propia nube. Podremos crear copias de seguridad de varios dispositivos, pudiendo acceder a ellas en cualquier momento.
- Centro Multimedia. En este caso podremos instalar aplicaciones como Plex, las cuales nos permitirán reproducir contenido multimedia (películas, series, música) en cualquier dispositivo que tengamos, creándonos nuestro propio servicio de
- Descargas P2P (torrent): Algunos modelos de NAS tienen clientes de torrent, con los que podremos descargar archivos. La ventaja con relación a un ordenador tradicional es que, aparte de que podremos dejarlo trabajar todo el día, con un consumo energético muy inferior a cualquier ordenador personal, también tendrá más almacenamiento. No hay que olvidar que, dependiendo del modelo de NAS, podremos conectar varios discos duros, dependiendo de las bahías de conexión de las que dispongan.
- Nuestro propio servicio VPN. Algunos de los modelos que nos encontramos en el mercado también nos van a permitir crear nuestra propia red privada virtual. Esto significa que, por ejemplo, podremos conectarnos como si estuviéramos en otro país o enmascarar nuestra dirección IP para conseguir con ello una navegación más privada.
Qué aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar un servidor NAS
A la hora de comprar nuestro NAS deberemos tener en cuenta, entre otros, los siguientes aspectos:
- El procesador y la memoria RAM. No olvidemos que un NAS no deja de ser un ordenador, y dependiendo del uso que le vayamos a dar, necesitaremos más o menos memoria RAM. Lo recomendable actualmente es que tenga, como mínimo, 2 GB de memoria RAM. También se recomienda tener un procesador como mínimo Dual Core.
- Cantidad de Bahías. A la hora de analizar este tema, lo primero que deberemos tener claro es el uso principal al que lo vamos a dedicar, y dependiendo de ello, necesitaremos más o menos espacio. También debemos tener en cuenta que este tema está directamente relacionado con el procesador y memoria RAM que tenga el servidor NAS. Cuanta más capacidad necesitemos, más más procesador y memoria RAM vamos a necesitar.
- Sistema operativo. Cada fabricante cuenta con su propio sistema operativo para su NAS, por lo que la interfaz y nuestra experiencia a la hora de movernos por sus menús dependerá de la marca por la que apostemos. Por ello, es recomendable visitar las páginas de los fabricantes principales (Synology, WD o QNAP), para decidir cual de ellos se adapta mejor a nuestras necesidades.
- Calidad de los discos duros que compremos. No sirve de nada tener uno de los mejores dispositivos NAS si los discos duros que incorporamos en cada una de sus bahías no están a la altura. Por tanto, es importante que nos fijemos en su velocidad de lectura y escritura.
Esperamos haber resuelto algunas de las dudas que habitualmente se nos plantean a la hora de plantearnos tener nuestra propia nube particular.