El avance de lo digital está transformando profundamente nuestra sociedad y todas las organizaciones, en particular a las empresas que son parte fundamental de esta transformación. El panorama competitivo se ha modificado drásticamente; los empresarios actuales deben tener claro que, para triunfar, han de transformar a la empresa tradicional en una empresa digital.
La empresa digital es el fruto de nuevos modelos empresariales donde se conjugan tanto lo digital como el mundo real. Esta nos sorprende con encuentros entre empresarios y nuevas realidades que rompen completamente con los modelos tradicionales de negocio.
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Realidad de la Empresa Digital
En el pasado, muchas empresas han utilizado la tecnología digital, pero ser una empresa digital no es lo mismo que utilizar tecnología. La empresa digital es una filosofía, es una estrategia para resolver problemas empresariales. Para convertirse en empresas digitales, hay tres condiciones que las organizaciones deben cumplir:
Lo digital primero
La primera acción para convertirse en una empresa digital consiste en adoptar una mentalidad donde lo digital se posicione en primer lugar. Cuando todas las personas que integran una organización asumen lo que se puede alcanzar mediante el uso de las tecnologías digitales, las empresas son capaces de responder más rápidamente y ofrecer mejores experiencias personales que los clientes están demandando.
Reinventar el negocio
Más que llegar a digitalizar todos los procesos analógicos, transformarse en una organización digital exige que las empresas se replanteen por completo el conjunto de todas sus operaciones actuales. Es importante invertir tiempo en estudiar la manera de mejorar la experiencia que los clientes de una empresa obtienen de ella a lo largo de toda su relación. Cada una de las empresas debe evaluar sus procesos, no solo con la intensión de mejorar la eficiencia y los costes, sino con la finalidad de mejorar la calidad de atención, tiempos de comercialización y toda actividad relacionada con el cliente para diferenciarse de la competencia. Este esfuerzo logra que muchas empresas puedan evolucionar en sus nichos de negocio, redefinir su propia estructura y aprovechar nuevas oportunidades.
Todo conectado
Conseguir conectar personas, procesos, objetos y datos en todos los ámbitos de la organización es uno de los puntos claves de una empresa Conseguirlo hará que la organización obtenga una visión de sí misma antes desconocida y que pueda ofrecer un mayor grado de colaboración en cualquier ámbito para brindar experiencias realmente más atractivas. Cuando se logra que todo esté conectado, -I+D, producción, operaciones, marketing, ventas, administración y el cliente final-, la empresa no solamente consigue estar mejor informada, ser mucho más visible y tener mayor relevancia de cara al exterior, sino que es capaz de transformarse a sí misma y modificar la relación que tiene con sus clientes.
Presente de la Empresa Digital
La gran mayoría de las empresas de todos los sectores y tamaños están utilizando tecnologías digitales para intentar ser más competitivas. Parece difícil que una empresa pueda llegar a mantener en el futuro una posición relevante sin digitalizar sus procesos, productos, servicios, organización y su relación con sus clientes.
Actualmente, para triunfar es inevitable levar a cabo esa transformación digital, lo que implica realizar profundos cambios que van mucho más allá de la incorporación de las tecnologías de la información. Las empresas necesitan definir una agenda digital, hoja de ruta para emprender una verdadera transformación que impacte en sus modelos de negocio, operativos y de relación con sus clientes, desarrollando nuevas capacidades y conocimientos, nuevos procesos y nuevas oportunidades de negocio.
La pregunta realmente interesante no es qué empresas van a lograr ser digitales, sino si podrán existir en un futuro cercano organizaciones que no sean digitales. A priori, la respuesta más intuitiva es que no, si tenemos en cuenta las innumerables ventajas de la digitalización y el sombrío futuro que puede esperar a aquellas empresas que no logren alcanzar un nivel de transformación apropiado.
Madurez digital
Un buen porcentaje de las organizaciones son ya digitales, o deberán serlo en un corto plazo para llegar a ser competitivas. Dado que la mayoría de las empresas lograrán ser digitales en un sentido muy amplio y variado, es conveniente elaborar una categorización o índice que de una idea más real relativa a la madurez digital de las empresas.
Podemos considerar empresas digitales a aquéllas que son excelentes en una o varias de estas dimensiones de la digitalización, es decir, empresas que extraen el máximo partido de las interacciones con sus clientes para tener una relación con ellos superior a la de los competidores, o que utilizan de manera sobresaliente las TIC para la colaboración entre sus empleados, o que son especialmente eficaces en la automatización de sus procesos de negocio utilizando tecnologías de la información.
Para hacernos una idea más clara sobre el tema podemos consultar el estudio que Íncipy e Inesdi, han publicado recientemente sobre el “Índice de Madurez Digital” en la empresa española o el “El barómetro Divisidero 2017”, también sobre el estado de madurez digital de las empresas locales, elaborado por Divisadero con el apoyo del IE Business School, donde se recoge la visión de perfiles directivos digitales de los principales sectores de la economía nacional. Ambos estudios incluyen una instantánea del estado de madurez digital de sectores representativos de la economía española como son Banca y Seguros (Servicios Financieros), Telecomunicaciones, Turismo, Retail, Energía y Educación. Además, profundiza, de forma transversal, en el rol de los principales departamentos en el proceso de transformación digital.
