El auge de las TIC o tecnologías de la información y la comunicación en los últimos años ha provocado la aparición de algunos problemas entre los menores y adolescentes. Nuevas adicciones relacionadas con el uso excesivo de los dispositivos móviles y sus aplicaciones tales como la mensajería instantánea, los videojuegos y las redes sociales, son un fenómeno que se manifiesta de manera notoria en este colectivo.
Los menores sienten verdadera atracción por todo lo relacionado con las TIC. Estas satisfacen sus necesidades de entretenimiento, diversión, comunicación e información. Sin embargo, dejan en un segundo plano la capacidad formativa que tienen estas tecnologías y dan poca importancia al uso educativo que estas realmente tienen.
Temas relacionados que te pueden interesar:
- Interactuar en redes sociales. Formas, reglas y buenas prácticas
- Netiqueta protocolos y normas básicas del entorno digital
- ¿Conoces cuáles son los peligros de las redes sociales?
Menores y adolescentes y las TIC
Los menores y adolescentes de hoy son los denominados nativos digitales. Desde muy pequeños han estado rodeados de las nuevas tecnologías y han vivido en primera persona el gran auge que estas han experimentado.
Los nativos digitales por lo general:
- Navegan con fluidez en Internet.
- Usan con habilidad el ratón y los dispositivos similares.
- Utilizan reproductores de audio y video digitales.
- Toman fotos digitales, que retocan y envían.
- Realizan presentaciones multimedia y participan en actividades de blogs.
- Permanecen conectados, esperan respuestas instantáneas y crean sus propios contenidos.
- Son multitarea en el entorno digital.
- Destacan por su rapidez en la toma de decisiones buscando resultados inmediatos.
A nivel educativo, los alumnos nativos digitales están más habituados a usar los avances tecnológicos en sus actividades de estudio y aprendizaje, ya que los centros a los que asisten no se suelen basar en la educación tradicional en mayor o menor medida.
¿Qué entendemos por adicción a las TIC?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Por tanto, se define la adicción a las TIC como su uso compulsivo, repetitivo y prolongado con la incapacidad para controlar o interrumpir su consumo y con consecuencias sobre la salud, la vida social, familiar, escolar o laboral.
Las adicciones a las TIC más extendidas y conocidas son la dependencia a las redes sociales como Facebook o Twitter, a las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp y a los videojuegos.
La navegación continua y prolongada en Internet sin objetivos claros, la pornografía, la compra compulsiva online, los juegos de azar o la búsqueda de relaciones online entre otros, tienen cautivos a un creciente número de personas que acrecienta el fenómeno de la dependencia digital.
Dado que el acceso a estas actividades se produce a menudo a través del uso de dispositivos móviles, el pánico a no disponer de estos dispositivos refleja esta amalgama de dependencias, sobre todo entre la población más joven.
Consecuencias del uso excesivo de las TIC
- Conductas adictivas. Los dispositivos móviles son unas de las plataformas de ocio más populares en la actualidad. Disponemos de un número elevado de Apps de juegos e infinitas posibilidades de visualización de vídeos y de acceso directo a las redes sociales que pueden engancharnos y hacernos perder la noción del tiempo.
- Pérdida de socialización. Los menores por lo general interactúan menos entre sí, con su familia y con su entorno desde que las TIC forman parte de sus vidas.
- Aumento de riesgos. Los menores más inmersos en la tecnología son los más expuestos y tienen una mayor probabilidad de sufrir algún tipo de abuso digital.
- Radiación de los dispositivos móviles. La Organización Mundial de la Salud clasifica a los smartphones como aparatos de riesgo debido a la radiación electromagnética que emiten. Se deberá tener especial cuidado con los menores de corta edad ya que son más sensibles y pueden llegar a tener mayor riesgo de sufrir algún tipo de trastorno.
- Alteraciones de desarrollo. Los menores que dedican un tiempo excesivo a las TIC pueden sufrir de diversos problemas de desarrollo como déficit de atención, problemas de memoria, disminución del rendimiento académico, alteraciones del sueño, problemas de alfabetización y reducción de capacidades.
- Obesidad infantil. El uso de las nuevas tecnologías ha fomentado el sedentarismo de las personas. Con ello, se producen casos de incremento de peso y de enfermedades derivadas de la obesidad, como la diabetes y problemas cardíacos o vasculares.
- Conductas agresivas. Por último, la exposición de los niños a contenidos con elevada agresividad y violencia puede insensibilizar al menor ante estos escenarios.
Estudio de interés sobre el exceso de las TIC
Para conocer más sobre esta temática es interesante consultar el estudio Uso y abuso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación por adolescentes, trabajo realizado conjuntamente por el Departamento de Prevención de Adicciones del Instituto de Adicciones de Madrid Salud junto con la Cátedra para el Desarrollo Social de la Universidad Camilo José Cela.
En este informe se presentan los principales resultados obtenidos en el mencionado estudio que son de máximo interés y nos permiten conocer mejor la utilización durante la adolescencia de Internet y sus aplicaciones, así como identificar riesgos y valorar las posibles repercusiones psicosociales.
Síntomas del uso excesivo de las TIC
Teniendo en cuenta las características propias de las adicciones digitales, las personas que lo padecen suelen mostrar síntomas como:
- Intenso deseo, ansia o necesidad incontrolable de concretar la actividad placentera. Cada vez se necesita mayor tiempo de conexión para sentir el mismo bienestar que antes. Este hecho se denomina tolerancia.
- Aparición del llamado síndrome de abstinencia, que provoca malestar e irritabilidad ante la ausencia de contacto o conexión con las TIC.
- Dependencia de la acción placentera, uniéndose a la tolerancia y el síndrome de abstinencia, la necesidad de gratificación instantánea y de aprobación social, que tiene como expectativa prioritaria la persona que sube una foto a una red social, comparte un vídeo, expone un comentario en su tablón, etc.
- Pérdida o descuido de las actividades habituales previas, tanto las sociales como las escolares, laborales y personales.
- Descontrol progresivo sobre la propia conducta. La persona no es capaz de autogobernarse. Así, aunque quiera dejar de estar conectada no puede.
- Estas consecuencias negativas suelen ser advertidas por personas allegadas que se lo comunican al adicto quien, a pesar de ello, no detiene la actividad y se pone a la defensiva, negando el problema que padece.
- Progresiva focalización de las relaciones, actividades e intereses en torno a la adicción, con descuido o abandono de los intereses y relaciones previas.
Fuente: Internet Segura for Kids